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Juan Manuel Lopera nos hace al principio una contraposición de la ciudad de Medellín (Colombia) en los años 1990 y la actual. ¿Qué se había esperar para que un niño de los 90 en Medellín se enfocara en estudiar y no en los problemas con las drogas y asesinatos que existía? Esa es su historia, el niño que se enfocó en estudiar. ¿Cuál sería la fórmula para que esto no ocurra? No es de políticas públicas ni de las tecnologías, es de profesores que inspiran Si bien las otras dos afectan, son los docentes que cambian a los estudiantes y la labor es difícil frente a lo que hay en la vida cotidiana que es más llamativa. La tecnología nunca va a superar la labor del docente en la tarea de crear seres humanos. Los profesores del siglo xxi deben saber de distintas áreas, las cuales se ocupan frente a sus alumnos para poder guiarlos y ayudarlos, crear personas de bien. Entre lo que debe saber un docente actual es neuropedagogía, psicología positiva, bilingües y estar constantemente informándose frente a lo que ocurre todos los días. La tecnología está enfocada en enseñar, pero los docentes no manejan con facilidad los nuevos instrumentos, no se está enfocando en ellos. ¿Cuál sería la herramienta para el docente? Más que una pizarra digital, Manuel Lopera crea un dispositivo que es una forma de academia digital que ayuda a calificar pruebas, pasar listas, planificar, comunicación entre docente-apoderados y aumenta para realizar la realidad dentro del aula y llevando el internet a todos lados, tecnología para maestros.

Jesús Guerra en este vídeo nos hace una introducción sobre cuantas horas estamos en el aula como alumnos, lo contrapone que tiene 18 años y que ha pasado 1/6 de su vida en salas de clases. Nos habla de un supuesto profesor, o estudiante que se apasiona por la física, con ello consigue estudiar en diversas universidades, sacar una gran cantidad de títulos, posgrados, doctorados, etc. hasta que se da cuenta que lo que en verdad le apasiona es transmitir esa pasión por la física a otras personas dentro de un aula de clases y con ello motivar a  nuevas generaciones a ser parte del cambio y ser ingenieros, científicos. Muchos creerán que es un desperdicio por no entrar en academias grandes o importantes empresas como Nasa o aumentar su patrimonio, nadie le diría que fuese profesor, pero aun así todos queremos tener grandes profesores. Guerra nos habla de su profesor de 1ero medio de inglés que le apasionaba Shakespeare y mediante él introduce a sus estudiantes al mundo del inglés, con ello y de esta forma nos dice sobre el dicho “el que no sabe hacer, enseña” deberíamos decir que los que saben hacer y si quieren hacer deben ser los que se dediquen a enseñar a los demás.